Una frase tomada del capítulo XXII de dicho libro dice así: "...El primer juicio que hacemos, desde luego, sobre un príncipe y sobre su espíritu, no es más que conjetura; pero lleva siempre por fundamento legítimo la reputación de los hombres de que se rodea..."
Claro está que las palabras de este libro están dirigidas a un hombre "superior" a los "comunes", pero lo que se menciona en la cita anterior no sólo se aplica a ellos, sino a cualquiera de nosotros, ya que es la verdad hecha frase, pues si te rodeas de gente con capacidad, gente diferente y honorable, los demás verán que tú mismo eres de este tipo, que eres prudente al rodearte de ellos y conservarles junto a ti, pues los conociste y no han dejado de serte fieles.
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